La mujer, Leticia Rosino, de 33 años, salió a pasear a primera hora de la tarde como solía hacer a diario y no regresó, por lo que se organizó una búsqueda por los alrededores del pueblo, donde fue hallado el cadáver sobre las tres de la madrugada.
El cuerpo sin vida apareció en las inmediaciones de la planta de transferencia de residuos sólidos urbanos, en una zona de barranco próxima al río Esla.
Tras la alerta porque la joven no había vuelto a casa tras el paseo, durante el que fue vista por algunos vecinos, se organizó pasadas las diez de la noche una batida en la que colaboraron unos setenta vecinos de la localidad junto a la Guardia Civil.
Cuando proseguían las labores de búsqueda, sobre las tres de la madrugada, fue encontrado el cuerpo sin vida de la joven por agentes del instituto armado.
El alcalde de Castrogonzalo, Joaquín García Neches, ha manifestado a Efe el pesar del pueblo y ha anunciado que tiene intención de decretar tres días de luto y que las banderas ondeen a media asta.
El máximo responsable municipal ha detallado que la joven era natural de la comarca zamorana de Tábara y residía en el pueblo con su novio, que era de Castrogonzalo e hijo de un trabajador municipal.
La joven se instaló en Castrogonzalo -una pequeña localidad de unos quinientos habitantes a unos 10 kilómetros de Benavente (Zamora)- tras encontrar trabajo como química en una industria láctea de la localidad después de haber vivido un tiempo fuera.
Hasta el lugar en el que ha aparecido el cuerpo sin vida de Leticia Rosino se han desplazado agentes de la Guardia Civil que han acordonado la zona y un equipo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Benavente que se ha hecho cargo de la investigación.