El príncipe Felipe, de 96 años, no pudo unirse a la monarca británica el pasado domingo durante un servicio de Pascua celebrado en el castillo de Windsor debido al malestar que sufría a causa de ese problema.
El esposo de Isabel II se retiró de la vida pública el pasado verano, si bien ocasionalmente acompaña a la soberana, de 91 años, en determinados compromisos.
"Su Alteza Real el Duque de Edimburgo fue admitido esta tarde en el Hospital Edward VII, en Londres, para someterse a una operación planeada en la cadera, que se efectuará mañana", detalló el escueto comunicado de palacio.
En la nota el portavoz oficial agregó que se divulgará más información sobre el estado de salud del duque "cuando sea apropiado".
El príncipe Felipe tampoco pudo estar presente en otro servicio celebrado el pasado jueves en la catedral de Leicester, en el que se esperaba su asistencia, a causa del problema de cadera, según informó hoy la cadena BBC.
Cuando se confirmó la retirada oficial del duque de Edimburgo de la vida pública, hace casi un año, el palacio puntualizó que esa decisión no estaba relacionada con ningún problema de salud.
Al poco tiempo de confirmarse su jubilación, el príncipe Felipe tuvo que ser ingresado en el mismo centro médico de Londres como "medida de precaución" tras haber sufrido una infección derivada de una condición médica ya existente, según explicó entonces su portavoz.
En diciembre de 2011 el príncipe Felipe fue sometido a una angioplastia para desbloquear una arteria coronaria.