Madrid |
Al margen de las causas genéticas es una enfermedad que se puede evitar llevando una vida sana: ejercicio, no beber ni fumar y llevar una dieta saludable que mantenga los niveles de glucosa y colesterol a raya.
El 90% de los casos se pueden prevenir. Garantizada la atención de la fase aguda del ictus hay que prestar especial atención a la recuperación.
Los síntomas que nos ponen en alerta son parálisis en la cara, dificultades para hablar y pérdida de fuerza en alguna extremidad. Si cree que alguien a su alrededor lo está sufriendo pídale que sonría, o que diga una frase fácil si no lo consigue llame al 112.