El menor, de 17 años y nacionalidad española, fue detenido en el piso en el que vivía con su madre, de 55 años, en su casa de Rubí.
Tras degollar a su progenitora, la noche del pasado martes, el chico durmió en su casa y, al despertarse a la mañana siguiente, se fue a la playa, mientras el cadáver de la mujer permanecía en el suelo.
Al regresar a su casa, hacia las 16.30 horas, el joven llamó a los Mossos d'Esquadra y confesó el crimen. Los agentes detuvieron al joven ante los indicios que le situaban como presunto autor del crimen.
Tras comparecer esta mañana ante la Fiscalía de Menores, el chico ha ingresado ya en un centro de menores.
Según los vecinos, la mujer, que en los últimos años se dedicaba entre otras labores a cuidar a ancianas, atravesaba serios problemas económicos, por lo que quería vender su casa.