Durante el curso pasado, 417.033 personas entraron en el país (un 21,9 % más) mientras que 327.906 lo abandonaron (un 4,6 % menos), lo que arroja un saldo migratorio positivo de 89.126 personas e invierte una situación en números negativos desde que la crisis empezara a hacer mella.
No obstante, este saldo positivo se debe principalmente a la llegada de extranjeros en contraste con la salida de españoles, tal y como refleja la Estadística de Migraciones de 2016 difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Así, la emigración de españoles al extranjero apenas se reduce un 9 % y son 86.112 los que abandonaron el país en 2016 por 62.572 que volvieron (un 20,1 % más respecto a 2015), dejando un saldo migratorio de población nacional de -23.540.
En cuanto a la población extranjera, España recibió 354.461 habitantes nuevos, un 22,2 % más, mientras que 241.795 (-3 %) decidieron salir.