Investigadores de las Universidades de Copenhague y Victoria han desvelado el enigma de las olas gigantes, tradicionalmente consideradas un mito, mediante el uso de la inteligencia artificial (IA). Este fenómeno marítimo, capaz de partir barcos y dañar plataformas petrolíferas, ha sido objeto de estudio a partir de datos de los últimos 700 años y recopilados en torno a más de mil millones de olas. La aplicación de la IA ha permitido a los científicos desarrollar una fórmula matemática para predecir la aparición de estas olas monstruosas, con el objetivo de mejorar la seguridad en la navegación.
A lo largo de los siglos, los marineros han transmitido historias sobre olas monstruosas, pero fue en 1995 cuando la ola gigante Draupner, con 26 metros de altura, impactó contra la plataforma petrolífera noruega Draupner, proporcionando la primera medición científica de una ola gigante. Desde entonces, estas olas extremas han sido objeto de múltiples investigaciones. En este contexto, científicos del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague han utilizado métodos de inteligencia artificial para descifrar un modelo matemático que revela las causas y la probabilidad de ocurrencia de estas olas anómalas.
Para este propósito, se han analizado enormes conjuntos de datos sobre movimientos oceánicos, profundidad del agua, información batimétrica y mediciones de olas recopiladas por boyas en 158 lugares de las costas de Estados Unidos y territorios extranjeros. Estos datos, que abarcan más de mil millones de olas y 700 años de información, fueron procesados mediante algoritmos de aprendizaje automático. Dion Häfner, primer autor del estudio, ha destacado la combinación de variables causales mediante la IA para calcular la probabilidad de formación de olas rebeldes.
"Nuestro análisis demuestra que las olas anómalas se producen todo el tiempo. De hecho, registramos 100.000 olas en nuestro conjunto de datos que pueden definirse como olas monstruosas. Esto equivale aproximadamente a una ola monstruosa que se produce cada día en cualquier lugar aleatorio del océano. Sin embargo, no todas son olas monstruosas de tamaño extremo", explica Johannes Gemmrich, segundo autor del estudio.
El estudio también ha desafiado la percepción común sobre las causas de estas olas. Mientras se creía que la combinación breve de olas era la causa principal, los investigadores señalan que la "superposición lineal", un fenómeno conocido desde el siglo XVIII, es el factor dominante. Este fenómeno se produce cuando dos sistemas de olas se cruzan y se refuerzan mutuamente durante un breve período, aumentando la posibilidad de generar olas extremadamente grandes.
El algoritmo desarrollado por los científicos presenta buenas perspectivas para la industria naviera, que cuenta con aproximadamente 50.000 buques de carga en el mar. La capacidad de prever la combinación de factores que eleva el riesgo de olas monstruosas ofrece a las navieras la oportunidad de planificar rutas alternativas, aumentando así la seguridad marítima.
Tanto el algoritmo como la investigación están disponibles para el público, incluyendo datos meteorológicos y de olas utilizados en el estudio. Dion Häfner señaló que autoridades públicas y servicios meteorológicos pueden utilizar estos recursos para calcular la probabilidad de olas rebeldes.