Madrid |
De momento lo han demostrado en ratones, por eso su traslación a un ensayo humano podría tardar varios años. De momento, lo que han probado en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, CNIC, es que tras un año de tratamiento con dabigatrán, los animales del estudio no experimentaron pérdida de memoria ni disminución en la circulación cerebral.
Además, su efecto se extendió hasta rebajar la inflamación del cerebro, el daño vascular e incluso reducir los depósitos de proteína amiloide, principal indicador del alzheimer. El fármaco utilizado es un anticoagulante usado contra el ictus y con pocos efectos secundarios.
En un futuro podría usarse para normalizar la circulación cerebral en enfermos de alzheimer.