Esta persona se encuentra como investigado después de que el 21 de marzo el Seprona recibiera un aviso de agentes de la Guardia Civil de Puerto del Rosario informando de que una mujer les había indicado que había encontrado en un barranco de la zona donde se encontraba la finca, cerca de un campo de golf, una veintena de perros en aparente mal estado de salud.
Seguidamente, en el mismo día, la patrulla acudió al lugar descrito donde encontró en unas instalaciones construidas con palés y otras piezas de madera un total de 11 perros, de los que solamente cuatro carecían de identificación con microchip, siendo denunciado además por ello, según informó la Guardia Civil en nota de prensa.
Posteriormente los agentes comprobaron que el estado de los animales "parecía bueno en general", si bien un análisis de cada uno de ellos permitió reconocer a tres que presentaban una serie de características físicas "incompatibles con una correcta" atención y cuidado, tales como delgadez extrema y lesiones causadas e infectadas con insectos o parásitos.
Esto motivó que los agentes dieran aviso al veterinario del municipio para su conocimiento y activaran las oportunas medidas que por competencia le corresponden. En el transcurso de la inspección apareció en el lugar el propietario de los animales, acreditado tanto por su manifestación como por la lectura de los microchips de los animales, a quien se le comunicó que con carácter urgente trasladara a los animales a una clínica veterinaria para su urgente tratamiento, circunstancia que fue posteriormente corroborada por los agentes, ya que el mismo día trasladó a los tres animales a una clínica veterinaria.
Los agentes del Seprona recibieron el 23 de abril el correspondiente informe veterinario del Ayuntamiento, en el que se exponía que las instalaciones donde se hallaban los tres animales no reunían las adecuadas condiciones higiénico-sanitarias. Además los agentes también recibieron los informes de los facultativos que atendieron a los tres perros, concluyendo que presentaban numerosas lesiones y anemias crónicas por el abandono de los mismos en circunstancias en las que peligraba su integridad física.
Paralelamente el investigado hizo entrega voluntaria a una protectora de la totalidad de los once canes, recibiendo todos ellos atención precisa. Finalmente, y en base a esos informes facultativos, y las diligencias policiales practicadas en el lugar de los hechos, el Seprona investigó al citado propietario de los animales el pasado 27 de marzo como supuesto autor de un delito de maltrato animal en base al artículo 337 bis del Código Penal, quedando a disposición del correspondiente Juzgado en funciones de guardia de Puerto del Rosario.