Durante la menstruación, el revestimiento mucoso que cubre el útero -conocido como endometrio- se pierde y deja tras de sí una herida que desemboca en el sangrado menstrual.
Los investigadores encontraron que, cuando el útero recibe niveles bajos de oxígeno, la producción de la proteína HIF-1 es mayor, por lo que la recuperación del endometrio es más rápida, lo que reduce el dolor y el sangrado.
Cuanto menos se produce esa proteína, mayor es el tiempo de recuperación y más sangre se pierde, lo que puede provocar anemia, una enfermedad que deriva en la insuficiencia de glóbulos rojos para poder llevar oxígeno a todo el cuerpo.
El objetivo de los investigadores, que realizaron todas las pruebas con ratones, fue encontrar un medicamento que "engañase" al útero para que actuase como si los niveles de oxígeno fueran bajos, lo que estimularía la recuperación del endometrio.
Este fármaco, nombrado como inhibidor PHD, consigue los efectos deseados en ratones y da esperanzas a los investigadores de que su uso habitual en mujeres sea posible.
El investigador de la Universidad de Edimburgo Jackie Maybin, uno de los líderes del proyecto, aseguró que el incremento de la producción de la proteína HIF-1 en ratones supone "una promesa real" sobre una solución nueva que no implica "tratamiento hormonal".
La menstruación severa es una de las causas más comunes por la que las mujeres acuden al ginecólogo y afecta a entre un 20% y un 30% de ellas en su etapa premenopaúsica.
En el Reino Unido, más de 800.000 mujeres reciben tratamiento por este problema que provoca que muchas de ellas sufran anemia, lo que reduce su calidad de vida de manera significativa.