Cuando tu vehículo cumple cuatro años de su fecha de matriculación debe pasar su primera Inspección Técnica de Vehículo, conocida como ITV. A partir de ese momento, deberás renovarla cada dos años, hasta qe se cumplan diez de la matriculación, momento en el que tocará pasarla anualmente.
A partir de este año se ha modificado el modelo de revisión de vehículos lo cuál ha generado dudas entre los propietarios. La novedad es que a la tradicional prueba de emisión de gases, se unirá la revisión de los dispositivos de lectura OBD (On Board Diagnostic- Diagnóstico a bordo) que comprueban los sistemas de control de emisiones (E-OBD). No todos los vehículos tendrán que pasar este requisito que los expertos consideran que pasarán sin problema la mayoría de coches.
¿En qué consiste el sistema OBD?
Es un sistema que se implanta en los vehículos para reducir las emisiones contaminantes y conocer los niveles de emisiones. Lo hacen a través de unos sensores que se sitúan en fusibles, volante o puerta de copiloto según el vehículo.
El sistema OBD monitoriza los elementos involucrados en las emisiones, el sistema de inyección o la entrada de aire al motor. Después transmite esos datos a sensores del vehículo. Mediante un cable se pueden extraer esos datos. Es lo que hacen en talleres y ahora harán los técnicos de ITV.
¿Qué vehículos tienen que pasar esta prueba?
No todos los coches tendrán que pasar esta prueba en las estaciones de ITV. Solo se aplicará a los vehículos matriculados desde el 1 de enero de 2011 y en los vehículos industriales desde 1 de enero de 2014. Los técnicos se conectarán al ordenador del coche para analizar los sistemas de anticontaminación en busca de averías, errores o manipulaciones. Si tienes dudas, en un taller pueden informarte al respecto del estado del sistema OBD de tu vehículo.
Otras novedades
Otras novedades implican a los vehículos declarados como siniestro total. En caso de reparación, tendrán obligatoriamente que pasar la ITV para certificar que están en condiciones de rodar o de ser vendidos. Los vehículos que no pasen la ITV en un plazo de diez años serán dados de baja por la Jefatura Provincial de Tráfico. La condición se podrá revertir si el titular demuestra que el vehículo está en condiciones de recibir el permiso de circulación.
