En vísperas de elecciones locales, autonómicas y europeas, el objetivo de esta protesta es “lograr que los representantes políticos impulsen medidas urgentes contra el cambio climático” y que los países de la UE “cumplan con el Acuerdo de París”, ha explicado a Efe María Laín, portavoz del movimiento Fridays For Future (FFF).
La huelga internacional anunciada también para mañana es la segunda convocada por este colectivo en favor del clima, después de que la anterior, el pasado 15 de marzo, reuniera a miles de jóvenes en las calles de todo el mundo.
Los estudiantes están llamados a manifestarse “porque el futuro de nuestra generación está en juego”, ha señalado Laín, quien ha recordado que estas protestas siguen la estela del movimiento iniciado por la adolescente sueca Greta Thunberg que, desde agosto, hace huelga todos los viernes ante el Parlamento de Estocolmo.
"Todo empezó con Thunberg y con la sensación de urgencia que sentían muchos jóvenes", ha comentado Laín, que ha precisado que "muchos estudiantes se están concienciando de la realidad del cambio climático aunque no todos salgan a protestar", lo que es un "indicio del cambio de mentalidad de las nuevas generaciones".
En Madrid, la marcha saldrá a las 12.00 desde la Puerta del Sol y concluirá frente al Congreso de los Diputados, aunque habrá otras similares en más de una treintena de ciudades como Barcelona, Sevilla, Valencia, Santander o Pamplona, en las que se espera una “asistencia multitudinaria como en la anterior”, ha añadido Laín.
La activista ha reiterado que "el cambio climático puede tener una mayor repercusión en Andalucía y en las zonas de costa, por la desertificación", por lo que "esperamos que los estudiantes no solo se movilicen en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona" sino también en otras más pequeñas que se verán muy afectadas por este problema.
Del 23 al 25 de mayo representantes de FFF y de la plataforma Juventud por el Clima de toda Europa se reunirán en Bruselas para hablar sobre el futuro del movimiento y demostrar que todos los jóvenes “están en el mismo barco y van hacia la misma dirección”, según Laín.