"Estamos en un proceso de diálogo con el Arzobispado de Toledo y la relación es buena, cordial y de entendimiento", ha asegurado en declaraciones a Europa Press.
Dicha sinagoga, construida en el 1180, fue expropiada y transformada en iglesia en 1391 como consecuencia del pogromo, levantamiento popular contra los judíos que se dio en las principales juderías de las ciudades de casi todos los reinos cristianos de la península ibérica.
En la actualidad el edificio, abierto al público como museo, pertenece a la Iglesia católica, pero no se realiza culto en él.