La causa contra los dos detectives contratados por la familia de uno de los condenados por la violación grupal ocurrida durante los San Fermines de 2016 ha sido archivada al no considerar que existe delito de revelación de secretos.
Según establece el auto, el juez entiende que los detectives solo siguieron a la víctima en lugares públicos, mientras que la abogada de la acusación entiende que no fue así ya que se adjuntaron fotografías en la segunda residencia de la chica, además de fotografías con las caras de los padres y de algunos amigos. Entiende, pues, que sí vulneraron su intimidad "más allá de lo necesario". Por este motivo, la abogada de la víctima va a recurrir el auto.
Tras la detención de los chicos ese mismo año, que mantienen que fue sexo consentido, encargaron a una agencia de detectives privados un seguimiento a la víctima a raíz del cual se elaboró un informe en el que se alegaba que salía a tomar café con amigos y fumaba.
Dicho informe fue retirado posteriormente por los abogados de la defensa, aunque ya fue tarde, pues todas las partes pudieron acceder a él. Este documento pretendía desacreditar a la víctima y, según informa Luis Rendueles, que "nadie creyera la denuncia de la chica" y decir "que no tenía ninguna secuela".
Los implicados en la violación fueron condenados por el Tribunal Supremo a 15 años de prisión por agresión sexual. Una pena que podía ampliarse entre 1 y 2 años más si se determinaba que existía delito al contratar a los dos detectives privados que espiaron a la víctima.