Los hechos ocurrieron durante una montería en noviembre de 2015, en un coto de la provincia de Ávila.
La acusación particular considera que hay indicios suficientes para acreditar que los cazadores fueron los autores de los disparos que mataron al lobo, protegido al sur del Duero.
El abogado de Ecologistas en Acción, Luis Oviedo, ha dicho que las dos personas que estaban en el puesto número 15 fueron los autores del disparo. Ha destacado el "excelente" trabajo de la Guardia Civil, que determina que es el único lugar posible desde el que se pudieron hacer los disparos.
No lo entiende así el Ministerio Fiscal, que no formuló acusación, ni el abogado de la defensa, que dice que los indicios son "muy leves" y que no hay nada "con peso".
Las acusaciones piden dos años de cárcel para uno de los cazadores y tres para el otro, pues en el momento de los hechos tenía retirado el permiso de caza.