Los nueve miembros que conforman el jurado popular, cinco hombres y cuatro mujeres, recibirán la semana próxima, del magistrado Jorge Cid, un cuestionario, y quedarán entonces aislados en el juzgado de Santiago de Compostela.
Todos ellos han asistido a las declaraciones de los testigos y peritos, transcurridas a lo largo de las cuatro semanas de sesiones que ha durado el juicio, jornadas intensas en las que se han expuesto en sala muchos indicios, pero no pruebas concluyentes, según la defensa, de la participación de Rosario Porto y Alfonso Basterra en la muerte de la niña de 12 años.
Tanto la abogada Rosario Porto como el periodista Alfonso Basterra, en dos de las jornadas más tensas de esta vista oral, las dedicadas a su declaración en calidad de imputados por el asesinato de su propia hija, han proclamado su inocencia y han repetido, una y otra vez, que la pequeña Asunta era lo que más querían en esta vida.
No obstante, en la última jornada y en la que el magistrado les ha ofrecido tener la última palabra, los dos han declinado tal opción y en el caso de Alfonso Basterra con un tajante "nada que decir".
En esta última semana de juicio, en la que las dos acusaciones, pública y popular, han expuesto sus conclusiones, se ha visto que han mantenido la petición de pena inicial para los dos acusados, 18 años son los que pide el Ministerio Fiscal y 20 la asociación Clara Campoamor.
No obstante, en su escrito final, el fiscal Jorge Fernández de Aránguiz ha introducido una leve modificación al perfilar la posibilidad de que Rosario Porto asfixiase en solitario a su hija en la casa de la localidad de Teo, a pesar de que ello fuese siguiendo un plan acordado con su exmarido y padre de la niña.
Los abogados de la defensa han pedido para sus clientes la libre absolución al considerar que no hay pruebas de cargo y también que la instrucción hecha ha estado enfocada a culparlos directamente ya desde el inicio de las indagaciones.
En su último alegato, los dos letrados de la defensa han apelado a la cautela, una condición clave que les permita emitir un veredicto cuando estén seguros, "al cien por cien y sin ninguna duda", de la culpabilidad o no de los imputados.
En este sentido, han recordado que la ley española contempla un principio jurídico que estipula, han dicho, que en caso de duda debe pronunciarse el jurado "en favor del acusado", y por ello la abogada Belén Hospido, que defiende al padre de Asunta Basterra, les ha pedido, por ejemplo, que reflexionen sobre la posibilidad de condenar a un "inocente" a casi veinte años de prisión.
Los letrados Belén Hospido y José Luis Gutiérrez Aranguren, éste encargado de la representación legal de Rosario Porto, han coincidido en que, en este caso, Alfonso y Rosario son las segundas víctimas y quienes más han sufrido la pérdida de Asunta.
Según los letrados de la defensa, los ahora acusados anhelan su absolución, para así poder buscar al verdadero culpable del trágico final de la menor, ya que sostienen, como ha señalado el penalista que defiende a Porto, que "el asesino de la niña está ahí fuera".
Gutiérrez Aranguren ha recordado al jurado que la investigación por esta muerte ha estado desde un principio centrada "en una línea determinada", por lo que se dejaron sin investigar otras.
El fiscal, en su turno de alegaciones, también se ha dirigido al jurado y ha remarcado que en el ordenamiento jurídico español tan culpable es el que mata como el colaborador necesario.
Y, al estar tan cerca la emisión del veredicto, ha explicado que, "en Derecho, tan asesino es el que aprieta el gatillo" como el que lo sostiene o proporciona el arma, y se ha referido a este caso concreto, en el que el asesinato tuvo que ser llevado a cabo "a ciencia" cierta y con "paciencia" por ambos padres, puesto que dicho crimen "no se entiende" como la acción de uno de ellos en exclusiva.
Rosario Porto y Alfonso Basterra son los únicos acusados y llevan más de dos años internos en el penal coruñés de Teixeiro.