SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE LA RIOJA

La Justicia concluye que mandar "a la mierda" al jefe no es motivo de despido

Una sentencia del TSJR considera improcedente el despido de un trabajador que mandó "a la mierda" a su superior, según ha desvelado el diario La Rioja.

A.M.

Madrid |

Imagen de archivo de un juzgado.
Imagen de archivo de un juzgado. | Pexels

Mandar "a la mierda" al jefe no es una razón para el despido de un trabajador. Así lo concluye una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, que ha considerado improcedente el despido de una persona que le dedicó las palabras anteriormente descritas a su superior.

Todo ocurrió el pasado mes de septiembre de 2023, cuando un trabajador se encontraba realizando sus labores en una empresa del polígono La Portalada, según informa el diario La Rioja. La persona en cuestión estaba soldando unas piezas cuando su jefe y uno de los dueños de la compañía aparecieron en el lugar.

"¿Qué haces mirándome las piezas? Vete a la mierda", le dijo el empleado a su encargado cuando éste cogió una de las piezas sobre las que trabajaba. Posteriormente, confirmó la intención de su frase ante otro de los encargados: "Sí, le he mandado a la mierda".

Horas después de lo ocurrido, el trabajador se marchó hasta un hospital para afirmar que tenía una "crisis de ansiedad" y la propia le comunicó su despido por "falta muy grave" tras haberse dirigido a su superior en "tono muy violento y agresivo".

La Justicia lo ve "reprobable", pero sin la gravedad del despido

Al conocer su despido, el trabajador lo recurrió en los tribunales, encontrándose con un rechazo en primera instancia. El Juzgado de lo Social le daría razón después al considerar la juez que utilizó "términos incorrectos, poco respetuosos e impertinentes", pero en ningún caso tipificadas como graves en el Convenio del Metal: "Son sancionables con una amonestación por escrito y suspensión de empleo y sueldo de 2 a 20 días".

Así, el TSJR ve "reprobable" la conducta del trabajador, aunque "carece de la gravedad suficiente para merecer la mayor de las sanciones", por lo que obliga a la compañía a readmitir al empleado o en su defecto que reciba una indemnización.