En un comunicado, la Fundación para la Innovación y la Prospectiva en Salud en España (FIPSE) ha explicado que el proyecto de la Vall d'Hebron fue uno de los seis seleccionados y patrocinados para formar parte del concurso, en el que han participado quince iniciativas internacionales.
El proyecto, denominado CEMARK e impulsado por un equipo del Grupo de Investigación Biomédica en Ginecología del Instituto de Investigación del hospital catalán, tiene como objetivo desarrollar un kit de diagnóstico molecular del cáncer de endometrio que, según sus impulsores, es más eficiente y preciso que los procedimientos de diagnóstico actuales.
Para detectar la enfermedad, cuando aparece sangrado anormal actualmente se practican exámenes pélvicos y ecografías transvaginales, aunque no ofrecen un diagnóstico concluyente y se debe someter a la paciente a biopsias de endometrio.
Ahora todas las mujeres con fuertes sangrados vaginales son sometidas a un proceso de diagnóstico del cáncer de endometrio, que incluye diversos tests, algunos de ellos invasivos, aunque sólo el 5% de ellas será finalmente diagnosticada de la enfermedad.
Según el grupo de Investigación de la Vall d'Hebron, CEMARK pretende desarrollar "un test menos invasivo y rápido" para facilitar "el diagnóstico con precisión en una muestra mínimamente invasiva", que evite, por ejemplo, la histeroscopia.
El cáncer de endometrio es el cuarto más frecuente en la mujer y el sexto en mortalidad, pero su diagnóstico precoz asegura unos índices de supervivencia del 95%, mientras que si se detecta en fases avanzadas, la probabilidad de sobrevivir desciende considerablemente.
El proyecto de la Vall d'Hebron está en fase de desarrollo del prototipo pero ya se han llevado a cabo dos estudios retrospectivos, en 39 y 116 pacientes, que validan "un potencial superior al 90%" de efectividad y predicción del diagnóstico, que podría llegar al 100% si CEMARK "se combina con una citología endometrial mínimamente invasiva, como el aspirado uterino".
Según la FIPSE, el kit estará terminado en 2019 y después se practicarán los ensayos clínicos necesarios para lograr las autorizaciones que permitan que el proyecto llegue al mercado en 2020.