MATERNIDAD SUBROGADA en UCRANIA

Una de las familias a la espera de pasaporte español en Ucrania: "La mejor garantía de que el proceso se ha hecho bien es hacer las pruebas de ADN a los bebés"

El hijo de Rosa María se llama Álvaro nació el 8 de agosto, su parto se adelantó 20 días. Tanto que sus padres, Rosa y Roberto, no pudieron llegar a tiempo a Ucrania para verle nacer. Este niño forma parte de la treintena de familias que se encuentran en Kiev a la espera de un pasaporte español para regresar con su hijo a casa. Están a la espera de una prueba de ADN a los bebés que confirme su filiación. Prueba que no se hace desde que a principios de julio entrara en vigor la nueva ley europea de protección de datos.

ondacero.es

Madrid | 03.09.2018 15:32

Desde que saltó el problema a los medios de comunicación la embajada ha ido llamando a las familias para informar de la situación. Este martes a las 10 Rosa y Roberto tienen cita con el cónsul pero la incertidumbre es como saldrá Alvaro, su hijo. Si podrán optar al pasaporte español, deberán iniciar los trámites para un pasaporte ucraniano o tendrán que salir con un salvoconducto.

La historia de Rosa María es una historia de superación personal, con 33 años decidió que quería ser madre pero en su camino se cruzó un cáncer que cortó todas las posibilidades. Tras barajar otras opciones, y comprobar que la adopción era un camino largo y tedioso, La maternidad subrogada ha hecho realidad su sueño de ser madre.

El motivo por el que las familias españolas eligieron Ucrania para convertirse en padres mediante el método del vientre de alquiler es el precio. A partir de 35 mil euros, la mitad de lo que puede costar en EEUU o Canadá. En Ucrania las mujeres que alquilan su vientre reciben unos 20 mil euros por la gestación. Entre los requisitos que tienen que cumplir haber sido madre y no tener ningún vínculo genético con el bebé que gestan.

Las autoridades ucranianas investigan un caso del año 2011 de una pareja italiana que mintió al declarar que su hijo había nacido en Ucrania de un vientre de alquiler. El tráfico ilegal de niños está penado con cárcel. Por eso Rosa María insiste en la importancia de que el consulado español en Kiev haga las pruebas de ADN es la manera más contundente de garantizar que las cosas se han hecho bien y que no ha habido mala praxis.

Una treintena de familias españolas está deseando regresar a España con sus hijas, pero son muchas más las que viven con la incertidumbre de que será con de sus futuros hijos gestándose en vientres de alquiler en Ucrania. En diciembre del año pasado la Embajada de España en Kiev desaconsejaba buscar en Ucrania vientres de alquiler ante la falta de informes y transparencia.