Está dividida en tres categorías según la urgencia con la que se precisan nuevos fármacos. El grupo de prioridad crítica incluye bacterias muy peligrosas en hospitales, residencias de ancianos y pacientes atendidos con ventiladores o catéteres intravenosos.
Entre ellas, figuran la Acinetobacter, pseudomonas y varias entero bacterias que pueden provocar infecciones graves en la sangre o neumonías. Entre las categorías con prioridad elevada figuran bacterias como la helicobacter pylori u otras que provocan enfermedades comunes como las intoxicaciones alimentarias por salmonela o la gonorrea.
La OMS ha elaborado esta lista para guiar y promover la investigación y desarrollo de nuevos antibióticos.