Y eso que, como reconocen, el cambio legislativo -para otorgar una pensión de orfandad a los menores hijos de madres asesinadas, aunque no hubieran completado la cotización- está siendo una ayuda.
Falta aún visibilizar a las víctimas, mayor agilidad en los trámites, exenciones fiscales para estas ayudas y algunos trámites judiciales, como suspender la patria potestad de los asesinos.
La presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, "un maltratador no es un buen padre" y de hecho, afirma que el ejercicio de la violencia de género dentro de la familia, "debe ser un elemento incapacitante para el ejercicio de la patria potestad".
Siete de cada diez mujeres asesinadas por violencia de género tenían hijas o hijos menores.