El objetivo que marca este informe ante el deterioro que han acumulado las vías durante la crisis es de 65.000 euros de inversión por cada kilómetro de carretera.
El llamado déficit de conservación ha aumentado un 7% en sólo dos años y alcanza ya esos 6.600 millones de euros. El 94% corresponde al desgaste acelerado del pavimento, del firme, que suspende con una media de deficiente.
Además, habría que reponer unas 400.000 señales verticales, más del 70% en la red autonómica. Ante la falta de inversión, la Asociación Española de la Carretera apuesta por medidas como una tasa por uso que pagarían los conductores que recorriesen más kilómetros que la media.
Los elementos que aprueban son las señales horizontales que se pintan en las carreteras con un discreto aprobado y el balizamiento con un notable.