Algunos expertos, como el doctor Fernando Vázquez, presidente del grupo de estudio sobre ITS de la Sociedad Española de Microbiología, atribuyen esta eclosión de enfermedades de transmisión sexual a "una falsa sensación de seguridad producida tras el control de la infección por el VIH". Se han relajado las prevenciones y en el sexo "se mira más controlar la anticoncepción que la protección". Son dos los grupos de población afectados: de un lado, varones, de mediana edad, que mantienen relaciones sexuales con otros hombres; de otro, jóvenes de entre 15 y 25 años. En ambos casos se produce un aumento de las conductas de riesgo: muchas parejas sexuales, consumo de alcohol y drogas recreativas y relajación de las medidas de protección (En 2013 se vendieron en España 104 millones de unidades de preservativos. En 2014, dos millones menos).
Y las cifras de las ITS son para reflexionar. En 2015 se comunicaron en España 5.170 casos de gonorrea, la mayoría en varones. Son cinco veces más que los registrados en 2004. La sífilis, que ha vuelto con fuerza tras ser casi una enfermedad desaparecida, anotó 3.886 casos en 2015, frente a los 917 contabilizados en 2003. Un 3% de los infectados son chicos y chicas de entre 15 y 19 años. En este mismo segmento de edad se producen un 11% de los 3.563 casos de clamidia notificados en 2015, último año con datos comunicados a nivel nacional. Y se ha incorporado recientemente al Registro de Enfermedades de Declaración Obligatoria el linfogranuloma venéreo, una enfermedad emergente, propia de los países tropicales y subtropicales que comenzó a detectarse en Europa desde 2003. En España se registraron 94 casos en 2015, fundamentalmente en Madrid y Barcelona. Todos los infectados son varones, con un 6,4% de incidencia en el grupo de edad entre 20 y 24 años.
El 2% de los nuevos infectados por VIH son jóvenes
Capítulo aparte merecen el VIH y la hepatitis A. Esta última ha experimentado un aumento explosivo desde enero y hasta el pasado mes de julio con 3.041 infecciones notificadas, un 800 por cien más que en el mismo periodo del año anterior. Es un incremento asociado a la aparición de tres grandes brotes en Europa, genéticamente similares y al desabastecimiento de la vacuna a nivel internacional registrado en los últimos meses. La hepatitis afecta sobre todo a varones que tienen relaciones sexuales con otros hombres. Y en cuanto al VIH, se mantiene más o menos estable desde 2015, año en que se registraron 3.428 nuevas infecciones frente a las 1.446 notificadas en 2003. El incremento se produce en todas las edades, con mayoría de hombres que mantienen relaciones con otros hombres. Hay, además, un 2,2% de los casos en el grupo de edad de entre 15 y 19 años.
En el caso de la infección gonocócica, hay un problema añadido: la bacteria se ha mostrado resistente a las cepas de antibióticos más habituales, con resistencia superior al 60%. No son eficaces las penicilinas, las quinolonas y ni siquiera la azitromicina. Sólo parecen funcionar las cefalosporinas de tercera generación y no hay nuevas alternativas de tratamiento antibiótico. De hecho la Neisseria gonorrhoeae ha sido incluida recientemente por la OMS entre las doce familias de patógenos prioritarios, altamente resistentes a los antibióticos para los que se pide un esfuerzo en la búsqueda de nuevos fármacos.