En España hay actualmente más de 30 millones de mascotas y se calcula que un 49% de los españoles convive con un animal doméstico.
Sin embargo, no todos los propietarios están dispuestos a aceptar animales en sus inmuebles. Esto plantea una pregunta importante: ¿es legal que un propietario prohíba la presencia de mascotas en una vivienda alquilada?
Situación legal actual en España
Desde la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal (LBA), las mascotas son consideradas parte del núcleo familiar, hecho que ha generado dudas sobre las cláusulas que incluyen algunos contratos de alquiler donde se prohíbe expresamente la tenencia de animales en la vivienda alquilada.
No obstante, en la legislación española, actualmente no existe una norma específica que regule de manera clara la posibilidad de prohibir o permitir mascotas en una vivienda alquilada. Esto significa que los contratos de alquiler pueden incluir cláusulas en las que se establezca la prohibición de animales en el inmueble, siempre y cuando ambas partes estén de acuerdo al firmar el contrato. Si el inquilino acepta las condiciones impuestas por el arrendador, se considera que está vinculado por las mismas.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y las mascotas
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que regula los alquileres en España, no contempla de forma directa el tema de las mascotas en los contratos de arrendamiento. Sin embargo, ofrece un marco flexible que permite a los propietarios y arrendatarios establecer sus propios términos dentro de los límites de la legalidad.
Esto significa que, si un propietario incluye en el contrato de alquiler una cláusula que prohíbe explícitamente la presencia de mascotas, dicha cláusula es válida, siempre y cuando no infrinja otros derechos fundamentales de los inquilinos o la legislación vigente sobre vivienda. Si el contrato no menciona nada sobre la prohibición de mascotas, en principio, el inquilino podría tener una mascota en la vivienda, siempre y cuando esta no cause molestias o daños.
¿Qué pasa si tienes una mascota y el contrato la prohíbe?
Si el contrato de alquiler contiene una cláusula que prohíbe tener mascotas y el inquilino la incumple, el propietario puede actuar. En este caso, el arrendador tendría derecho a rescindir el contrato, siempre y cuando pueda demostrar que se ha incumplido la cláusula específica.
En la práctica, los conflictos por la tenencia de mascotas en viviendas alquiladas son mínimos (menos de un 0’01% de los casos según datos de la Comunidad de Madrid) y no siempre llegan a situaciones tan extremas.
Es frecuente que las partes negocien y busquen una solución amistosa antes de recurrir a medidas legales. En algunos casos, los inquilinos pueden ofrecer pagar un depósito adicional o incluir un seguro para cubrir posibles daños causados por el animal.
¿Hay excepciones?
Existen algunas situaciones en las que prohibir mascotas en una vivienda podría considerarse discriminatorio o violar otros derechos. Es el caso, por ejemplo, de las personas con discapacidad que necesiten un perro de asistencia. La Ley de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal de las Personas con Discapacidad (Ley 49/2007) protege a las personas con discapacidad y garantiza su derecho a tener un perro de asistencia, incluso si el contrato de alquiler prohíbe tener mascotas. En estos casos, la presencia del animal se considera una necesidad, no una opción.
Derechos de los inquilinos con mascotas
Si eres un inquilino que desea vivir con una mascota, es fundamental que comprendas tus derechos y leas cuidadosamente el contrato antes de firmarlo. Aquí te ofrecemos algunos puntos clave que debes considerar:
- Lee el contrato detenidamente: antes de firmar un contrato de alquiler, asegúrate de que no incluya una prohibición explícita de mascotas. Si no se menciona nada sobre el tema, en principio, podrías tener una mascota en casa.
- Negocia con el propietario: en muchos casos, los propietarios están dispuestos a negociar si te presentas como un inquilino en quien puedan confiar. Puedes ofrecer medidas como la contratación de un seguro de responsabilidad civil por posibles daños causados por la mascota.
- Respeta las normas de convivencia: como inquilino, también tienes responsabilidades. Asegúrate de que tu mascota no cause daños en la vivienda ni molestias a los vecinos. Un comportamiento responsable es clave para evitar conflictos con el propietario.
¿Hacia una ley más clara en el futuro?
La creciente popularidad de las mascotas y la mayor conciencia sobre su importancia en la vida familiar han hecho que este tema cobre relevancia en los últimos años. Organizaciones de defensa de los derechos de los animales están presionando para que se legisle de manera más clara y favorable para los inquilinos que desean tener animales de compañía en sus hogares. Sin embargo, hasta que no se promulguen cambios legislativos más claros, el tema seguirá dependiendo, en gran medida, de lo que se pacte en el contrato entre las partes.