EN LANZAROTE

Liberan a dos jóvenes prostituidas con ritos de vudú y detienen a una nigeriana por captar mujeres

La Policía ha liberado a dos jóvenes sometidas a explotación sexual en Arrecife (Lanzarote) tras detener a una mujer nigeriana, miembro de una banda internacional que introducía ilegalmente en España a compatriotas a las que sometía a rituales de vudú para obligarlas a prostituirse.

ondacero.es

Madrid |

Un coche de la Policía Nacional en una imagen de archivo | EFE

Según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía de Canarias en un comunicado, las dos jóvenes liberadas se hallaban en el domicilio donde ha sido detenida una mujer de 29 años, por un delito de trata de seres humanos. La Policía, como consecuencia de esta intervención, también ha llevado a cabo una entrada y registro en un domicilio de Puerto del Carmen, en el municipio lanzaroteño de Tías, donde han sido intervenidos 3.500 euros, moneda extranjera y diversos soportes informáticos.

Las mujeres eran captadas en Nigeria y engañadas con promesas de una vida mejor en España, adonde llegaban tras pagar entre 20.00 y 55.000 euros y navegar en patera desde Libia hasta Italia en embarcaciones en condiciones infrahumanas en las que viajaban hasta 500 personas en una travesía que dura siete días, señala la nota de la Policía. La detención de la encargada de la banda en Lanzarote ha sido consecuencia de una operación denominada "Rejo", que se inició en 2015 tras conocer la Policía que mujeres nigerianas eran sometidas a explotación sexual en la citada isla.

Las dos liberadas han sido asistidas y acogidas en centros de asistencia y protección a las víctimas de trata de seres humanos, precisa el comunicado. Conforme a los datos facilitados por la Policía, se trata de un grupo criminal con ramificaciones en otros países de la Unión Europea que exigía a las jóvenes saldar su deuda del viaje ejerciendo la prostitución en la vía pública y durante el tiempo necesario para devolver el dinero.

Cuando llegaban a Italia, las chicas sufrían agresiones físicas y sexuales y eran recluidas en domicilios de la organización durante semanas sin apenas comida y agua. Una vez que la organización criminal obtenía documentación falsificada de las víctimas, las trasladaban a España, donde la "madame" se hacía cargo de ellas y comenzaba el régimen de explotación sexual, pues carecían de otros medios de vida y se veían abocadas a ejercer la prostitución y obedecer a los explotadores.

La investigación policial ha sido llevada a cabo por agentes de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales de Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Las Palmas, así como por el Grupo Operativo de Extranjeros de Lanzarote, en colaboración con la Comisaría General de Extranjería y Fronteras.