La menor comenzó lo que ella creía que era una relación sentimental con un hombre, 27 años mayor que ella, que la mantuvo bajo su control mediante amenazas y agresiones hasta que cumplió la mayoría de edad, momento en que fue enviada a España para ejercer la prostitución, ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
Con el fin de asegurarse de que la víctima trabajara para la organización y de que no tratara de escapar de sus explotadores, el captador retenía al hijo de ambos, de cinco años, en la ciudad rumana de Calasari. La investigación comenzó en verano de 2015, cuando gracias a una denuncia la Policía tuvo conocimiento de la existencia de una mujer que podía estar siendo obligada a ejercer la prostitución en un club de alterne de la provincia de Cáceres.
Inmediatamente, los agentes especializados en el delito de trata de seres humanos comenzaron una búsqueda que culminó con la localización de la víctima en un club de Plasencia. Una vez liberada y tras recibir todas las medidas de protección y apoyo que la ley prevé para estos casos, la mujer decidió denunciar su situación a la Policía. Los agentes han calculado que el dinero enviado al captador en Rumanía ha sido de casi 60.000 euros.
La operación se ha saldado con la detención en Plasencia y Palencia de dos miembros de la organización asentados en España, además de la liberación de la víctima en España y de su hijo en Rumanía, que ha sido puesto a disposición de los servicios de protección de menores de su país. Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha een 2013.