Las lluvias de los últimos días no palían la sequía más severa del siglo
Las precipitaciones de las últimas semanas han propiciado una leve recuperación de las reservas de agua acumulada en los embalses peninsulares, pero no palían la sequía que padece España, la más severa en lo que va de siglo.
Los embalses peninsulares van a cerrar el año con sus reservas al 38,15 por ciento,después de tres semanas consecutivas de subidas que han dejado el agua acumulada en 21.391 hectómetros cúbicos, una cantidad muy alejada de la media de los últimos diez años (31.691 hectómetros cúbicos).
Los pantanos no se encontraban en niveles tan bajos en estas fechas desde el año 1995, cuando estaban al 34,71 por ciento de su capacidad, aunque la situación es especialmente llamativa en algunas cuencas del noroeste, como la del Duero, que se encuentra ahora al 31,38 por ciento, un nivel no conocido en los últimos treinta años.
Las precipitaciones de las últimas semanas sí han propiciado que se recuperen algunas cuencas del norte peninsular que estaban también en una situación muy precaria, como las del Cantábrico Oriental, que se encuentra ya al 90,41 por ciento, la del Cantábrico Occidental, que está ya al 61,20 por ciento, o la del Miño-Sil, al 44,22 por ciento.
Los datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente conocidos hoy, últimos de 2017, revelan que las cuencas con más déficit hídrico siguen siendo las del Segura, que está al 14,11 por ciento; la del Júcar, al 25 por ciento; la cuenca mediterránea andaluza, al 30,58 por ciento; Duero, al 31,38 por ciento; y Guadalquivir, al 31,69 por ciento.
Los embalses de la cuenca del Segura no se encontraban tan bajos desde hace diez años, cuando estaban al 14,26 por ciento, al igual que los del Júcar, que también se vieron muy afectados por la sequía de 2007, cuando llegaron al 20,02 por ciento.
Con los niveles por debajo del 50 por ciento van a cerrar también el año las cuencas del Miño-Sil (44,22 por ciento), Galicia Costa (46,64), Duero (31,38), Tajo (37,40), Guadiana (44,04), Guadalete (38,82), Guadalquivir (31,69), las cuencas mediterráneas andaluzas (30,58), Ebro (48,91) y las cuencas internas de Cataluña (45,79).
Esa situación contrasta con la de las cuencas del Cantábrico oriental, que acabará el año con los niveles al 90,41; Cantábrico occidental (61,20); los embalses del País Vasco (80,95), y los del Tinto Odiel y Piedras (al 69).
Los embalses se encuentran al 38,15 por ciento de su capacidad,trece puntos porcentuales por debajo de la cifra del año anterior (51,1) y más de veinte puntos por debajo de la media de los últimos
cinco años (59,4).
La situación es aún peor en los embalses de uso consuntivo (el destinado al consumo humano), que se encuentran al 33,3 por ciento, una cantidad también muy alejada de las cifras del pasado año y de la media de los últimos cinco (58,1).
Los embalses de uso hidroeléctrico se encuentran hoy al 49 por ciento, cuando la media de los últimos cinco años ha sido en estas fechas del 62,2 por ciento, según los datos del Ministerio de Medio Ambiente.
Durante las últimas semanas se han registrado importantes precipitaciones que han afectado a la mayor parte del territorio, con las excepciones del este de Aragón y el litoral mediterráneo, el interior de Madrid y el sur de las islas de Tenerife y Gran Canaria.
Las lluvias afectaron sobre todo a la franja norte, desde Galicia hasta el norte de Lérida, a los sistemas Central e Ibérico, zonas del cuadrante suroriental, a las islas de Mallorca y Menorca, y al norte de las islas de Tenerife y Gran Canaria.
En algunas áreas de Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra se recogieron cantidades de hasta 60 litros por metro cuadrado mientras que en zonas del interior cántabro las lluvias superaron los 100
litros por metro cuadrado.