El movimiento #BlackLivesMatter (Las vidas de los negros importan), surgido a raíz del asesinato de George Floyd asfixiado bajo la rodilla de un policía, ha provocado una oleada de movimientos empresariales a favor de la diversidad racial. Con estas acciones de responsabilidad corporativa, las empresas pretenden expresar su solidaridad contra el racismo y a favor de la diversidad racial. No sin despertar polémica porque son muchos los que consideran estas acciones innecesarias o absurdas en la verdadera lucha contra el racismo. El último caso es el de la multinacional francesa de productos cosméticos L'Oréal.
La decisión ha sido anunciada después de que la filial de L'Oréal, Unilever, comunicara el pasado jueves que iba a cambiar el nombre de una de sus cremas para blanquear la piel, la crema "Fair & Lovely" (Clara y Adorable), porque consideran que la marca es racista. La multinacional británico-neerlandesa asegura que no utilizará más el termino "fair" porque se compromete a "celebrar todos los tonos de la piel".
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