Estamos en plenas vacaciones y la CEAPAvuelve a la carga con su campaña para “recuperar el tiempo libre de las familias”. La confederación de padres y madres, mayoritaria en la enseñanza pública, inició el pasado mes de octubre una iniciativa que reclama la supresión de las tareas escolares por el excesivo tiempo que dedican los alumnos y los problemas que ello supone para la vida familiar. En esta ocasión, exige una Semana Santa libre de deberes y que no haya exámenes hasta el 24 de abril, con el objetivo de que los alumnos tengan varios días para adaptarse al ritmo de las clases.
“Vacaciones son vacaciones”, defiende en Onda Cero el presidente de la CEAPA. José Luis Pazos prefiere las nuevas pedagogías a los deberes, otras formas de enseñar con la que los alumnos “aprenden mejor, están más motivados y obtienen mejores resultados”. En su opinión, la campaña contra los deberes está siendo un éxito porque “está logrando un cambio de mentalidad” y porque una parte de la comunidad educativa ha entendido ya “la necesidad de respetar a los menores y sus tiempos de descanso”. De hecho, según un estudio de la propia confederación, el tiempo que los alumnos destinan a las tareas se ha reducido un 32,60% durante los fines de semana.
Los sindicatos y el Ministerio censuran el boicot a los deberes
Para el responsable de Enseñanza de Comisiones Obreras, Francisco García, el debate sobre las tareas escolares es “interesante”. Sin embargo, no comparte el boicot contra los deberes, porque puede “fracturar a la comunidad educativa” y porque cuestiona las decisiones de los profesores: “No va a contribuir a resolver los problemas que tenemos, sobre todo en este momento en que se negocia un Pacto Educativo y en un escenario de Presupuestos Generales del Estado, en los que el capítulo de Educación no sale especialmente beneficiado”, concluye García. El Ministerio tampoco comparte la protesta. Fuentes de Educación consultadas por Onda Cero califican el boicot de “irresponsabilidad absoluta por parte de los padres”.