El Ayuntamiento de Madrid limitará en 2018 a 70 kilómetros por hora, en lugar de los 90 actuales, la velocidad de circulación en los accesos a la capital y la M-30, tal y como se hace ahora en los días de alta contaminación.
Esta medida es una de las 30 contenidas en el Plan de Calidad del Aire de Madrid, "Plan A", presentado hoy en el Palacio de Cibeles por la alcaldesa, Manuela Carmena, y la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, junto a la directora general de Sostenibilidad y Control Ambiental, Paz Valiente.
Además, la velocidad máxima de circulación será de 70 kilómetros por hora desde la intersección con la M-40 en todo el resto de vías de acceso a la ciudad.
Según ha explicado este lunes en la rueda de prensa la directora general de Sostenibilidad y Control Ambiental, el objetivo es cambiar la distribución de las conexiones entre el centro y la periferia y que las vías exteriores a la M-30 pasen a ser calles "distribuidoras" del tráfico entre distritos.
Para dar prioridad a la movilidad peatonal, se crearán "zonas 30" en varios barrios de la ciudad, entre ellos buena parte del distrito de Chamberí, por donde los coches no podrán circular a más de 30 kilómetros por hora.
De este modo se reducirá la contaminación acústica y atmosférica y la siniestralidad y se crearán entornos adaptados al peatón, según recoge este plan.