El caso del agente de policía infiltrado en los grupos anarquistas de Cataluña está sonando mucho en los últimos días. Manu Marlasca ha explicado en 'Julia en la Onda' que no cree que la denuncia interpuesta por hasta cinco mujeres que mantuvieron relaciones sexuales y sentimentales con él se llegue siquiera a admitir. "Es como si uno le dice a una chica en un bar que no tiene novia, termina con ella y cuando descubre que sí tenía le lleva a los tribunales".
Marlasca ha explicado que la infiltración es un práctica habitual dentro de la Policía Nacional y la Guardia Civil y asegura que en este momento tiene que haber "no menos de una docena de policías infiltrados en distintos asuntos". Asegura, además, que no es la primera vez que un infiltrado o infiltrada hace este tipo de cosas.
Este caso es insólito, puesto que a los policías infiltrados casi nunca se les descubre, pero Marlasca explica que "algo de la cobertura ha fallado" para poner al descubierto la identidad del infiltrado.
Existen diferencias entre el trabajo de este policía infiltrado y el de un agente encubierto, cuyo trabajo sí estaría protegido por un respaldo legal. "Este hombre va captando información que puede acabar en un procedimiento o no ser útil", mientras que el trabajo de un agente encubierto le podría llevar a cometer algún tipo de delito, por lo que es necesario estar protegido por la legalidad.