El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) puso a consulta pública el proyecto Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación el pasado mes de abril. El plan pretende mitigar los efectos de la desertificación en España, y restaurar las zonas que ya se han visto degradadas.
En el borrador de la propuesta advierte de que casi tres cuartas partes del territorio español, un 74%, se encuentran en riesgo de desertificación. Las comunidades con más "procesos erosivos de gran calado" son Andalucía y Cataluña.
La progresiva degradación de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas se ha acelerado debido a motivos puramente socioeconómicos. El uso agrario de superficies artificiales y la conversión de cultivos de secano en cultivos de regadío han causado que, junto al incremento de las explotaciones ganaderas intensivas, la actividad humana sea uno de los principales factores del aumento de las zonas en riesgo de desertificación.
Dentro de las estrategias que plantea el informe, se encuentran la forestación y restauración de la cubierta vegetal, la modernización de los regadíos y el el uso sostenible de los recursos naturales en explotaciones agrarias.
Causas de la desertificación
Las razones por las que ocurren estos procesos son diversas pero factores como la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales y la sobreexplotación de acuíferos pueden acabar creando los paisajes de la desertificación más comunes.
Aun así, el MITECO asocia siete condiciones particulares que podrían estar asociadas a la degradación de zonas específicas.
- El clima semiárido en grandes zonas, con sequías estacionales y extrema variabilidad de las lluvias.
- Suelos pobres con una alta tendencia a la erosión.
- El relieve desigual.
- La pérdida de la cubierta forestal para su uso en agricultura.
- La explotación insostenible de los recursos hídricos subterráneos.
- La concentración de la actividad económica en zonas costeras.
Información "dispersa y difícil de integrar"
Las diferencias en mediciones y metodologías del monitoreo hace que causas como la salinización de los suelos sean muy complicadas de integrar. Según la información disponible, alrededor de un 3% de zonas contaban con un grado severo de salinización, lo que impedía su utilización económica. A día de hoy, el territorio afectado subiría siete puntos, llegando hasta el 10%.
La aridez de los suelos afecta sobre todo a las zonas centro y este de la península ibérica, zonas de montaña en Andalucía y Extremadura. Málaga y Barcelona, zonas en las que se encuentran los mayores procesos erosivos, pierden cada año cerca de 90 toneladas por hectárea de suelo agrícola anualmente.
Otros factores a tener en cuenta son la disminución de los recursos hídricos y el aumento del peligro de incendios forestales.
Con la aprobación de expertos
Según ha facilitado el portavoz de Greenpeace, Julio Barea, a la agencia de noticias EFE, este proyecto es una gran oportunidad para conocer mejor la situación de la desertificación en España. Aun así, reconoce que este diagnóstico no servirá de nada si no se ve acompañado de medidas de carácter político como "racionalizar y disminuir el número de cultivos en España".
Gabriel del Barrio, que forma parte de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), apunta a que la única manera de solucionar la situación es acatar los problemas socioculturales, ya que "los procesos que la originan están produciendo riqueza en la población local".
