La oferta de balnearios en España es muy nutrida, ya que se pueden encontrar en la mayoría de las provincias de nuestra geografía. A esto hay que añadir que los hay de todo tipo: desde modernas instalaciones que se han inaugurado en los últimos años, hasta edificios centenarios donde casi se puede sentir la historia.
Ya solo en la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL) se contabilizan 66 balnearios, mientras que en 2016 el "Mapa de Villa Termales con balnearios en funcionamiento en 2016", elaborado por el Observatorio Nacional del Termalismo, sumaba hasta 113. Ambas cifras dejan clara la afirmación hecha en las líneas superiores: España cuenta con una extensa red de establecimientos donde disfrutar de aguas minero-medicinales.
Dado el gran número de balnearios en España, hacer una lista con los mejores resulta casi imposible, ya que entra en juego la percepción de cada usuario. De hecho, algunas aplicaciones que recogen las opiniones de los visitantes ayudan en la elección de uno u otro.
Lo que sí es un hecho claro es la antigüedad de cada uno. Y es que hay lugares con una tradición tras de sí que llega hasta la época de los íberos. Así pues, entre los balnearios más antiguos de España se pueden destacar los siguientes.
Balneario de Mondariz
Situado en la provincia de Pontevedra, fue inaugurado en el año 1873, convirtiéndose rápidamente en referente no solo en Galicia, sino en toda España. Por sus instalaciones pasaron numerosas celebridades a comienzos del siglo XX, en busca de sus famosas aguas minerales.
Balneario de Liérganes
En el año 1869 las aguas de esta bella zona de Cantabria fueron declaradas de utilidad pública, dando pie a la construcción de este balneario. En los albores del siglo XX, por allí paraba la familia real, comandada por el entonces monarca Alfonso XIII.
Hotel Balneario Paracuellos de Jiloca
Fue construido en el año 1848, de manera que es el más antiguo de la comunidad autónoma de Aragón. Cabe señalar que es muy conocido por sus aguas sulfuradas, las cuales son de gran calidad.
Balneario Vichy Catalán
Cuando el médico Modest Furest i Roca descubrió las bondades del manantial del cerro "Puig de les Ànimes" en Caldas de Malavella, supo que aquella era una zona especial. Eso llevó a la construcción del bello balneario de estilo modernista, el cual fue inaugurado en 1898.
Balneario de Cestona
La ubicación de este edificio se halla en Guipúzcoa, no muy lejos de Zumaia. Al parecer, los perros del Marqués de San Millán mejoraron su salud gracias a sus aguas, lo que dio una pista de su riqueza. En 1804 se abrió como casa de baños y no sería hasta 1893 cuando se inaugurara el edificio actual.
Balneario de Las Salinas
Fue en marzo de 1893 cuando se declararon de utilidad pública las aguas que había en el páramo de las Salinas, situado cerca de la localidad vallisoletana de Medina del Campo. No obstante, ya se visitaba la zona mucho antes, dado que los vecinos sabían de sus beneficios. El imponente hotel balneario fue inaugurado en 1912.
Balneario La Toja
Uno de los más famosos y bellos balnearios en España es el situado en la Isla de la Toja (Pontevedra). El microclima de esta ubicación hace de ella un lugar donde pasar un tiempo de relajación. A eso se une el hecho de que sus aguas tienen calcio, hierro, magnesio y sodio. Eso sí, al parecer todo se debe a que un ganadero dejó allí abandonado un burro a punto de morir y cuando fue a buscarlo estaba en perfectas condiciones.
Balneario de Archena
Si hablamos de historia, el de Archena se lleva la palma, ya que se tiene constancia de que los pueblos íberos utilizaban las aguas de la zona por sus beneficios. Por supuesto, los romanos también aprovecharon su paso por esta localización de Murcia y edificaron unas termas. Según pasaron los años, las instalaciones cambiaron de dueño (incluso fueron propiedad de la Orden de San Juan de Jerusalén). Tras la Guerra de la Independencia finalizada en 1814 recobró importancia y a lo largo del siglo XIX se edificaron varios hoteles.
Las Caldas Villa Termal
En el municipio asturiano de Caldas se levantó este balneario en el año 1776, fecha que lo convierte en uno de los más antiguos de nuestro país. Ya en el XIX fue inaugurado el hotel, convirtiéndose en el destino predilecto de personajes de la talla del político Práxedes Mateo Sagasta.
