Han pasado ya 28 días desde que las hermanas Olivia y Anna desaparecieran en Tenerife junto a su padre, Tomás Gimeno, sin dejar rastro. Durante estas cuatro semanas sin noticias de las pequeñas, su madre, Beatriz Zimmerman, no ha cesado en el empeño de seguir buscándolas con todos los medios, llenando las redes sociales de imágenes de sus hijas, con la esperanza de que estas puedan regresar pronto a sus brazos.
Ahora, en una nueva carta, la mujer ha expresado su agradecimiento a todos aquellos que continúan colaborando en la búsqueda y difusión de imágenes de las pequeñas y de su expareja, y se ha mostrado optimista respecto a la investigación, asegurando que solo piensa en "reunirse con ellas".
"Hace cuatro semanas que el tiempo se detuvo, cada día aumentan las ansias de tenerlas conmigo de vuelta", ha explicado en el inicio del mensaje, asegurando, además, que "la fe y la fuerza por recuperarlas" es lo que le mantiene "fuerte y optimista, no hay otra opción".
Pide que no se utilice a los niños para hacer daño a los padres
La madre de Anna y Olivia ha aprovechado el Día Internacional del Niño Desaparecido, que se celebra este martes, para pedir solidaridad para las familias que las sufren y ha reclamado que la desaparición de sus hijas sirva de ejemplo para que no se utilice a los niños para hacer daño a los padres. "Hoy es un día lleno de ilusiones y a la vez de miedos... de preguntas sin respuesta concreta, pero con algo firme e imborrable: mi amor por ellas y mi certeza de que volverán conmigo", ha asegurado.
Beatriz Zimmerman también ha agradecido la cobertura mediática del caso y ha recalcado que "somos una nueva semilla que tiene que brotar fuerte y sana" sin "hacer daño a través de los pequeños". Concluye su carta haciendo referencia a la importancia de "los pequeños actos diarios" que "lo construyen todo".
Refuerzan la investigación con la tecnología sonar para buscar en las profundidades del mar
Mientras tanto, la búsqueda de Tomás Gimeno y las dos menores continúa un mes después de que los tres desaparecieran en Tenerife sin dejar ninguna pista, más allá de un barco a la deriva en el que no se encontró ningún signo de las pequeñas.
Ahora, la Guardia Civil ha confirmado la incorporación de la tecnología sonar –pesa media tonelada y tiene un valor de un millón y medio de euros– para buscar a las pequeñas en las profundidades del mar, reforzando una de las líneas de investigación que se barajan. Se trata de un aparato electroacústico de barrido lateral que, gracias a la propagación del sonido bajo el agua, obtiene imágenes digitales de la superficie del fondo marino y que se espera que llegue a la costa de Tenerife a finales de esta semana.