"Hay total coincidencia en que necesitamos proteger mejor nuestras fronteras exteriores, así como en dar una respuesta unitaria a nuestros desafíos", dijo Merkel en una comparecencia junto con su homólogo austríaco, Sebastian Kurz. "Ningún país puede cambiar unilateralmente las reglas de asilo en la UE" añadió Merkel, advertencia a sus socios comunitarios, pero también a las presiones en su gran coalición para que cierre sus fronteras y adopte una línea más restrictiva, de acuerdo al modelo austríaco.
La jefa del Gobierno alemán y su homólogo austríaco evidenciaron de nuevo sus divergencias a este respecto, ya que mientras Kurz defendía ese rumbo más restrictivo con el objetivo de "detener" las corrientes migratorias, Merkel aludió al deber de prestar "auxilio humanitario" a quien lo precisa.
Pese a esas diferencias, ambos coincidieron en la necesidad de lograr un acuerdo a escala comunitaria sobre asilo e inmigración en la cumbre de la UE de finales de junio.
La reunión de trabajo entre los líderes de los dos países vecinos se enmarca en las rondas preparatorias para el próximo Consejo Europeo y también ante la próxima presidencia de turno comunitaria, que asumirá el 1 de julio Austria.
A este respecto, Merkel y Kurz se mostraron coincidentes en la enumeración de los múltiples desafíos que deberán afrontar en esesemestre, situación ante la que Europa debe mostrar "fortaleza", indicó la canciller, en medio de las "inseguridades globales".
La jefa del Gobierno alemán incidió ahí en la situación evidenciada por la cumbre del G7, en alusión a la distanciamiento entre Estados Unidos y sus aliados tradicionales, para insistir nuevamente en la necesidad de mostrar "fortaleza" y "cohesión" dentro del bloque comunitario.