Miles de hectáreas anegadas y pérdidas históricas en la crecida del Ebro y varias comarcas serán declaradas zonas catastróficas por el Consejo de Ministros. Así lo ha anunciado este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de que ayer el Ejecutivo de Navarra y hoy los de La Rioja y Aragón adelantaran su intención de pedir esa declaración por las consecuencias de la crecida, que ha costado la vida a dos personas en la Comunidad foral.
Una crecida debida a las precipitaciones moderadas y persistentes que se han producido desde el pasado día 9 en el tercio norte de la cuenca, desde la cabecera del Ebro y el Gállego, con acumulados promedio de 40-90 litros por metro cuadrado y máximos superiores a 200 litros, sumadas a un aumento de las temperaturas que hizo subir la cota de nieve bruscamente y que provocó su fusión.
Se recomienda a la población que evite acercarse al cauce por espectacular que sea la visión
Miles de hectáreas de terrenos inundados, la mayor parte de cultivos, explotaciones agrarias aisladas y carreteras cortadas es la sobrecogedora imagen que arrojan las imágenes de drones y de los vuelos que realizan los equipos de rescate y de las fuerzas y Cuerpos de Seguridad, mientras se recomienda a la población que evite acercarse al cauce por espectacular que sea la visión.
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha valorado la "excelente noticia" que supone que Pedro Sánchez haya reaccionado con "tanta rapidez" al requerimiento para que se declaren zona catastrófica las poblaciones afectadas.
Pérdidas históricas en el campo
Según han detallado distintas organizaciones agrarias, las primeras estimaciones apuntan a que las pérdidas en el campo serán "históricas" y que son los cultivos de maíz, cebada, trigo, alfalfa y hortalizas como el brócoli o la coliflor los que resultarán más afectados.
Agroseguro ya ha recibido los primeros partes de siniestro, que afectan a unas 600 hectáreas y se espera que las consecuencias de esta avenida extraordinaria serán "mucho mayores" que las de las inundaciones de 2015, cuando fueron anegadas unas 2.500 hectáreas.
De hecho, solo en Navarra y de acuerdo con los datos de la Unión de Agricultores y Ganaderos de esa comunidad la crecida ha dejado cerca de 15.000 hectáreas de campos de cultivos anegadas, en parte, según esa organización, por una deficiente limpieza del cauce del río.