La marcha ha sido organizada por la plataforma ciudadana 'Mos Movem, En Marcha, Let's go' y el lema era "Los idiomas no salvan vidas-Por una sanidad sin fronteras lingüísticas".
La protesta la han encabezado las líderes de este movimiento, las empresarias Úrsula Mascaró y Manuela Cañadas y el coordinador de la entidad, Joan Pons, que han defendido que el catalán sea un mérito pero no un requisito en la carrera profesional.
A la manifestación han acudido los presidentes del PP y Ciudadanos (Cs) de Baleares, Biel Company y Xavier Pericay, de Actúa Baleares, Jorge Campos, y miembros de los sindicatos CSI-CSIF y del Simebal, el Sindicato Médico de Baleares.
El futuro decreto contempla que los médicos y enfermeros tendrán que tener la titulación de catalán B1 (elemental) y los auxiliares de enfermería el nivel A2 (básico).
Los que ganen una plaza en las oposiciones sin tener de partida esos grados de conocimiento tendrán dos años para alcanzarlos; si no lo hacen, tendrán restringidos los traslados, la promoción interna y el acceso a la carrera profesional, lo que supone el acceso a pluses económicos.