BIBLIOTECA DEL MONASTERIO DE YUSO

El minucioso trabajo de la restauradora Ana Jessen devuelve la vida a la biblioteca del Monasterio de Yuso

Es una de las bibliotecas monásticas más importantes del ámbito hispánico, bien cultural declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, por razones artísticas, religiosas, lingüísticas y literarias, reconocida como cuna de la lengua española.

Jorge Infer

Madrid |

El minucioso trabajo de la restauradora Ana Jessen devuelve la vida a la biblioteca del Monasterio de Yuso
El minucioso trabajo de la restauradora Ana Jessen devuelve la vida a la biblioteca del Monasterio de Yuso | Jorge Infer

La biblioteca se conserva prácticamente tal y como se construyó en 1783; con sus estanterías originales y sin luz eléctrica. Orientada hacia el oeste para salvaguardarla de la humedad y del viento directo del norte y del sur. El orden de los libros es el mismo que tenía entonces, que a diferencia de cómo se ordenan en la actualidad, por nombre, se hacía por el tamaño. Está cerrada al público general y los frailes solo la abren para hacer trabajos de mantenimiento y recibir a investigadores.

Este lugar aguarda unos 10.000 volúmenes entre los que hay libros manuscritos (códices), libros incunables (de la primera época de la imprenta 1440) y una variedad diversa que los monjes fueron dejando a lo largo de los siglos. Entre sus códices destacan el Códice Emilianense de los Concilios (992); la Biblia de Quiso (664), o una copia del Apocalipsis, de Beato de Liébana con la letra del siglo VIII.

La restauradora Ana Jessen devuelve la vida a la biblioteca

Buena parte de los textos de estos libros están en latín, y no porque se encuentren en un lugar monástico, sino porque este era el lenguaje de las ciencias hasta el siglo XVIII. Trescientos años después, en 2001, Ana Jessen llegó como una turista más a visitar el monasterio y se dio cuenta del gran deterioro que tenían los libros. Movida por su vocación, era por entonces restauradora de la Biblioteca Nacional, se reunió con los agustinos recoletos y empezó a buscar fondos para restaurar el patrimonio bibliográfico del monasterio de Yuso.

La restauradora Ana Jessen
La restauradora Ana Jessen | Jorge Infer

La Fundación Iberdrola ha sido uno de los grandes ‘mecenas’ que ha apoyado a Ana Jessen y los frailes en su gran causa. En los últimos diez años, ha ayudado a restaurar un total de 53 libros de gran valor patrimonial. En el marco de dicho convenio, el pasado mes de enero terminó la restauración de 7 libros de los siglos XVI, XVII y XVIII y este año se van a restaurar otros siete libros del XVI y s.XVII. Entre los nuevos libros que se va a restaurar figuran libros de geometría aplicada construcciones militares, otro de astrología/astronomía, de medicina, de historia y gramática. Siglos de conocimiento que -cual “pacientes”- tratará Ana Jessen en su taller de Madrid.