El porcentaje de sanciones es superior a los registradas en años anteriores. Lo que sí se mantiene estable son las infracciones más frecuentes de este tipo de vehículos. El mayor número de denuncias las han generado las infracciones administrativas.
825 fueron multados por no disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar y 423 por no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitada, tal y como exige la ley.
No consumieron alcohol, pero sí otras drogas
Ninguno de los conductores de transporte escolar controlados durante la campaña dio positivo en los controles preventivos de alcohol realizados por los agentes, aunque, por el contrario, 14 de ellos sí que lo hicieron a otras drogas y 5 fueron sancionados por incumplir los límites de velocidad.
Sobre el uso del cinturón de seguridad, en las inspecciones realizadas por los agentes se constató que en 51 de los vehículos que disponían de estos sistemas de retención no se hacía uso de ellos por presentar anomalías en su funcionamiento. Una cifra que ha crecido un 1,6% con respecto a la última campaña desarrollada en diciembre de 2022.
Deficiencias en el mantenimiento del vehículo
100 vehículos de transporte escolar presentaban deficiencias en las puertas de servicio y emergencias, así como en sus dispositivos de accionamiento y otros 29 fueron denunciados por no tener al día la ITV
En cuanto a la señalización obligatoria, 189 de los vehículos controlados no llevaban la correspondiente señal V-10 de transporte escolar, un porcentaje que también ha crecido en 3 puntos con respecto al de la última campaña, y otros 19 carecían del dispositivo luminoso con señal de emergencia. 41 conductores fueron denunciados por no llevar a bordo del autocar una persona encargada del cuidado de los menores y otros 24 por exceso de tiempo de conducción o minoración del descanso.