La creciente importancia de la salud a la hora de comer es una tendencia que afecta a todo el sector de la alimentación, incluido el de los dulces, con un consumidor preocupado por lo que ingiere incluso a la hora de "pecar" y dar rienda suelta a su lado más indulgente. Expertos y empresas del sector coinciden en que la búsqueda de productos menos grasos y con menos azúcares a la hora de llenar el carro de la compra se extiende a todos los lineales, incluido el de los dulces y golosinas.
Caso paradigmático es el de las tabletas de chocolate, un mercado que en España ha crecido durante el último año más de un 8 % en valor, hasta los 413 millones de euros, y un 6 % en volumen, hasta rondar los 49 millones de kilos. Los últimos datos de la consultora Nielsen reflejan un aumento imparable de la variedad de chocolate negro, con una subida de más del 10 % tanto en valor como en volumen, más del doble que el elaborado con leche.
De hecho, en 2018 se estima que por primera vez en España las ventas de tabletas de negro ya superarán a las de con leche después de varios años creciendo a doble dígito, mientras el chocolate sin azúcar se dispara igualmente por encima de un 15 %. Las ventas de blanco, por el contrario, dan síntomas de estancamiento y sólo suponen el 5 % del total.
"Hay una evolución del sector porque el público que se hace adulto apuesta por sabores intensos y menos dulces, pero también hay detrás una tendencia clara hacia la salud, ya que los productos con más cacao tienen una percepción de ser más saludables", detalla en declaraciones a Efeagro la responsable de este mercado en la multinacional Mondelez, Silvia Samper. Para aprovechar el "boom" del chocolate negro, la compañía utilizó la marca Suchard -especializada en turrones-, amplió su gama y entró a competir en este mercado, dejando a su enseña Milka centrada en el sector con leche.
En el marco de esta moda por lo "saludable" enmarcan el lanzamiento de una referencia bajo el sello "bio", dirigida a un tipo de consumidor al que no le importa pagar algo más por un producto que cuente con este tipo de certificados. Otro segmento que también intenta adaptarse a las nuevas prioridades del consumidor es el de los helados, con iniciativas como la del "gigante" Unilever, que lanzó recientemente una línea de helados veganos bajo la marca Magnum.
Aunque la etiqueta "vegano" no implica necesariamente que el producto presente un mejor perfil nutricional, los expertos sí observan una relación entre los consumidores más preocupados por la salud y los potenciales compradores. "El crecimiento del sector vegano es claramente una tendencia a la que debíamos dar respuesta y así lo estamos haciendo", apuntan desde Unilever, que recuerdan que con su enseña de helados Carte D'Or han apostado por referencias Bio, sin lactosa y sin gluten.
Tampoco se escapan otros productos emblemáticos en España como los "Kit Kat", que ya tiene su propia gama en chocolate negro, o los productores de galletas con versiones más ligeras y sin azúcares añadidos. La industria intenta así llegar a un consumidor que vigila la Línea incluso cuando quiere darse un capricho, convertido ya en una nueva oportunidad de negocio a la que se acercan con productos de mayor valor añadido