En su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Senado, a petición de todos los grupos y del propio Gobierno, Dolors Montserrat ha tendido la mano al consenso, porque "es el mejor servicio que podemos hacerle a los españoles", y ha recogido el guante del PP y del PSOE para llegar a un pacto de Estado por la sanidad.
Los portavoces de todos los grupos parlamentarios, menos el PP, le han pedido aclaraciones sobre si piensa o no revisar el actual sistema de copago farmacéutico, después de sus manifestaciones en varios medios de comunicación en las que apuntó su intención de reformarlo para los pensionistas con las rentas más altas, en el tramo que va de los 18.000 a los 100.000 euros mensuales de pensión.
Un asunto que la ministra no había mencionado durante su intervención, pero al que sí se ha referido en el turno de réplica ante las preguntas de los senadores.
Montserrat ha lamentado si sus palabras "han podido ser malinterpretadas" o si no se explicó "lo suficiente" y ha dicho que quería aprovechar para reafirmar su compromiso en la solvencia y la universalidad del sistema de salud, "uno de los mejores del mundo".
La titular de Sanidad ha recordado que el copago se implantó hace 50 años y, desde entonces, "todos los gobiernos de todas las ideologías lo han defendido" y ha considerado que es la obligación de los políticos hacer que el sistema sea sostenible para garantizar siempre el acceso a los medicamentos.
La ministra no ha respondido a la petición de todos los grupos de la oposición de que derogue el decreto de 2012 de reforma sanitaria que dejó sin tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares e introdujo el copago para los pensionistas.
Pero sí ha pedido a los senadores que dejen de confundir a los ciudadanos, ya que, según ha subrayado, el acceso universal a la asistencia sanitaria, "por mucho que les duela a algunos", no fue real en España hasta la aprobación de ese decreto, "con un gobierno del PP".