Has ido de compras a tu supermercado habitual y te encuentras en la fila de la caja para pagar. Mientras esperas pacientemente tu turno, tus ojos se desplazan hacia los productos dispuestos a tu alrededor. Es entonces cuando notas una tentación bien ubicada: los chicles. Están justo al alcance en la zona de pago, listos para captar tu atención antes de finalizar tu compra.
Esta táctica no es coincidencia; de hecho, responde a una estrategia cuidadosamente planificada por cadenas como Mercadona, Lidl y Carrefour para influir en tu comportamiento como consumidor y aumentar las ventas.
Caramelos, chicles y cuches en la línea de caja, un clásico
Según varios estudios sobre estrategias de marketing y comportamiento del consumidor, elaborados por Harvard Business Review, la colocación de los chicles en las cajas de pago está diseñada para aprovechar el momento final de la compra, cuando los consumidores están más inclinados a realizar compras impulsivas.
Esta técnica de marketing busca captar la atención del consumidor justo antes de que finalice su experiencia de compra. La cercanía de los chicles al área de pago aumenta las posibilidades de que los añadan a su carrito como un último impulso.
A pesar de que los caramelos, los chicles y las chucherías no suelen estar en la lista de la compra, son productos susceptibles de acabar en la cesta debido a su naturaleza tentadora. Estos productos, conocidos como "impulsivos", también pueden incluir chocolate, galletas, productos en oferta, artículos para niños o incluso pilas, que satisfacen necesidades específicas o son compras ocasionales.
La psicología del consumidor también desempeña un papel crucial en este contexto. Según Forbes, los productos como los chicles, que son percibidos como baratos e indulgentes, resultan ideales para las compras impulsivas cerca del punto de pago. La sensación de gratificación instantánea y la conveniencia de simplemente tomar un producto pequeño y económico, pueden ser suficientes para que los consumidores tomen la decisión de compra, incluso si no lo habían planeado inicialmente.
Optimización del espacio y experiencia de compra
La ubicación estratégica de los chicles en las cajasde pago también contribuye a mejorar la experiencia general del cliente y optimizar el espacio en el supermercado.
De acuerdo con varios informes sobre tendencias de consumo y estudios de mercado, realizados y publicados por Deloitte Insights, el diseño de la tienda está orientado a guiar a los consumidores a través de un recorrido específico que culmina en el área de pago, donde se aprovecha la oportunidad de maximizar las ventas finales. Esta disposición, además de facilitar la navegación dentro del establecimiento, también proporciona una última oportunidad para que los consumidores agreguen productos adicionales a su compra.
Desde una perspectiva logística, los chicles y las chuches son productos de alta rotación y tamaño compacto, lo que facilita su reposición y mantenimiento cerca de las cajas de pago. Según Supply Chain Quarterly, esta estrategia también contribuye a gestionar el inventario de manera eficiente, asegurando que los productos estén siempre disponibles y frescos para los clientes.
En cuanto al futuro de la colocación de productos en las cajas de pago, se espera que evolucione junto con el comercio minorista y la adopción de nuevas tecnologías y tendencias de consumo. Con un enfoque creciente en la personalización y la experiencia del cliente, las cadenas de supermercados continúan revisando y ajustando sus estrategias para satisfacer las demandas cambiantes del mercado.