Churcher, nacido en Portsmouth, Hampshire, murió en un hogar de ancianos en las inmediaciones de Fareham, en el sur de Inglaterra, días antes de cumplir 103 años, según la organización Project 71, que apoya a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial.
La noticia fue anunciada en las redes sociales de Project 71, una organización que brinda apoyo a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial, donde expresaron: "Un hombre verdaderamente notable, amado y respetado por todos los que lo conocieron". Churcher ocupó un lugar único en la historia naval como el último veterano conocido de la evacuación de las fuerzas británicas en Dunkerque, un episodio que allanó el camino para la caída de París y transformó la dinámica de la guerra.
Churcher, cuyo heroísmo fue reconocido con la Legión de Honor, desempeñó un papel crucial en aquellos días oscuros. Destinado inicialmente al buque 'HMS Eagle', navegó hacia Francia en mayo de 1940 con la misión de abastecer de municiones a las líneas del frente. Luego, en las afueras de Dunkerque, se encontró en una lucha por sobrevivir junto a miles de soldados de la Fuerza Expedicionaria Británica, todos ellos ordenados a retirarse a las playas ante la inminente amenaza alemana.
Sin embargo, Churcher mostró una tenacidad ejemplar. Determinado a encontrar a sus dos hermanos, Edward y George, navegó a través del caos y el peligro, logrando el increíble reencuentro y el regreso seguro a las costas británicas en el mismo barco. En sus propias palabras, "Cuando mis hermanos me encontraron, sentí un enorme alivio. Había tantos soldados allí y aviones continuamente lanzando bombas y ametrallándonos, tenía un millón de cosas en mente hasta que subí a bordo de nuestro barco".
Churcher no solo sobrevivió a Dunkerque, sino que continuó sirviendo con honor y valentía. Participó en el Día D en las playas de Normandía y desempeñó un papel vital en el Lejano Oriente hasta el final de la guerra.