El bebé ingresó porque sufría un hematoma en la cabeza, tenía un brazo fracturado y también "cinco costillas rotas con callo", lo que indicaba signos de maltratos anteriores, explicaron a Europa Press fuentes conocedoras.
A raíz de las sospechas, el equipo médico activó el Protocolo de maltrato infantil de la Generalitat, y el padre acabó por confesar este jueves a los facultativos haber maltratado al pequeño, según fuentes cercanas al caso.