en el Parque Nacional de Virunga

Muere la gorila Ndakasi en los brazos del cuidador que estuvo con ella desde que se quedó huérfana

Llevaba 14 años en el parque y falleció el 26 de septiembre por la noche después de una larga enfermedad.

ondacero.es

Madrid | 08.10.2021 10:50

La gorila junto a su cuidador
La gorila junto a su cuidador | Virunga National Park

La historia del fallecimiento de la gorila Ndakasi ha conmocionado y dado la vuelta al mundo. Esta gorila falleció el 26 de septiembre por la noche después de una larga enfermedad, pero la imagen del animal en los brazos de su cuidador demuestra el enorme vínculo que había entre ambos.

André Bauma fue el cuidador de Ndakasi desde que llegó al Parque Nacional Virunga, en República Democrática del Congo hace 14 años. A esta gorila la encontraron con dos meses y aferrada al cadáver de su madre, que había muerto a manos de cazadores furtivos.

El propio parque ha sido el encargado de anunciar el fallecimiento de la gorila en una publicación en Instagram. "Virunga anuncia con profunda tristeza la muerte del amado gorila de montaña huérfano, Ndakasi, que había estado bajo el cuidado del Centro Senkwekwe del parque durante más de una década", han escrito.

Una historia de amistad

Junto al texto, aparece una emotiva imagen del animal en brazos de su cuidador, que estuvo con ella hasta su último aliento. Y es que desde el momento que Ndakasi llegó al parque, no se había separado de su amigo y cuidador.

El parque explica que "durante toda la noche, André sostuvo al bebé cerca de él, manteniendo su pequeño cuerpo apretado contra su pecho desnudo para darle calor comodidad". Aseguran también que a pesar de haber sobrevivido, el trauma de perder a si familia hizo que la gorila fuera demasiado vulnerable para regresar a la naturaleza y por eso se quedó en el parque.

Ndakasi además saltó a la fama en Internet en 2019, cuando un selfie de ella se volvió viral el Día de la Tierra.

Bauma: "Me ayudó a comprender la conextión entre humanos y grandes simios"

"Fue un privilegio apoyar y cuidar a una criatura tan amorosa, especialmente sabiendo el trauma que sufrió Ndakasi a una edad muy temprana" explica su cuidador. "La amaba como a una niña y su personalidad alegre me hacía sonreír cada vez que interactuaba con ella. Todos nosotros en Virunga la extrañaremos", añade Bauma.

"Fue su dulce personalidad y su inteligencia lo que me ayudó a comprender la conexión entre los humanos y los grandes simios y por qué deberíamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para protegerlos...".