En términos globales, la contaminación recortará el producto interior bruto (PIB) global en un 1% para 2060, es decir, el equivalente de 2,6 billones de dólares anuales a causa de los días de baja laboral, los gastos sanitarios y la disminución de la productividad agrícola, explicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Los impactos serán muy desiguales entre unas y otras regiones, lo que se explica por los diferentes niveles de contaminación.
Los mayores en términos relativos se darán en la región del Caspio, donde su PIB se verá recortado en un 3,1%, en China (-2,6%), en algunos países europeos del antiguo bloque soviético (entre -2 y 2,7%), en Rusia (-1,7%).
Se situará entre el -1% y el -1,5% en la mayor parte de los otros países del sudeste asiático (como India), de Oriente Medio y del norte de África.
Por el contrario, el efecto de recorte de la producción será inferior al 0,5% del PIB en Europa occidental, en Norteamérica o en Latinoamérica, así como en Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica.
Los autores del informe indicaron que de las 2.933 muertes prematuras atribuidas a la contaminación atmosférica en 2010, 905.000 correspondieron a China.
En 2060, la cifra de China subirá a una horquilla de entre 2.065.000 y 2.711.000 personas, cuando el total mundial se situará entre 6.162.000 y 9.043.000.
En datos absolutos, las muertes prematuras aumentarán también en la mayor parte de las grandes regiones, en particular en Asia.
Entre las pocas excepciones a esa regla, estarán los cuatro grandes países de la Unión Europea (Alemania, Reino Unido, Francia e Italia), donde se espera que de 111.000 muertes prematuras en 2010 se pase a entre 89.000 y 95.000 anuales en 2060.
En términos relativos, la tasa de mortalidad por millón de habitantes donde más va a incrementarse es en China, de 662 en 2010 a 1.563 en 2060, la mayor con diferencia de las grandes áreas contempladas en el estudio.
También será particularmente elevada esa tasa de mortalidad por la contaminación del aire en Corea del Sur (1.069 fallecimientos por cada millón de habitantes, frente a 359 en 2010), la región del Caspio (1.061 frente a 558), India (945 frente a 508), Rusia (806 frente a 826) o Japón (755 frente a 468).
Los niveles más bajos se esperan en Australia y Nueva Zelanda (65 muertes prematuras anuales en el horizonte de 2060, comparadas con 77 en 2010), el África subsahariana (167 frente a 224 en 2010), México (269 frente a 122 en 2010), Estados Unidos (293 frente a 299), los cuatro grandes países de la UE (319 frente a 412).
La OCDE también evaluó los costos en términos de pérdida de bienestar por la contaminación del aire, que pasarán de 3 billones de dólares en 2015 a una horquilla de entre 18 y 25 billones en 2060.
En términos por habitante, eso supone un alza de 500 dólares por persona en 2015 a unos 2.100 a 2.800 en 2060.
Estos cálculos se han realizado sobre la base de proyecciones de algunos de los principales contaminantes, como el dióxido de sulfuro (SO2), los óxidos de nitrógeno (NOX) y el carbón negro (BC).