En la localidad alicantina de Daya Nueva

Una mujer confiesa que, por celos, mintió al acusar a su marido de apuñalarla

La mujer recibió dos puñaladas por un asunto relacionado con la compra de drogas, pero aseguró que había sido agredida por su pareja. "Lo siento, estoy muy arrepentida de lo que he hecho a mi marido. Que me echen cárcel a mi porque tengo remordimientos", ha dicho al tribunal.

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Madrid |

Audiencia Provincial Alicante. | ondacero.es

Una mujer considerada víctima de violencia machista ha asegurado hoy en un juicio que, por celos, mintió al acusar a su marido de haberla acuchillado en la localidad alicantina de Daya Nueva, en la comarca de la Vega Baja.

"Lo siento, estoy muy arrepentida de lo que hecho a mi marido, prefiero que me echen cárcel a mí porque tengo remordimientos", ha asegurado entre lágrimas ante el tribunal de la sección primera de la Audiencia de Alicante.

Los hechos ocurrieron el 5 de diciembre del pasado año cuando la mujer, que convivía con su compañero sentimental en una vivienda de Almoradí, recibió dos puñaladas de dos individuos por un asunto relacionado con la compra de drogas pero, según ha confesado ahora, entonces aseguró que su pareja le había agredido en el costado.

El presunto agresor, que está en prisión provisional por esta causa, ha negado incluso que estuviera presente en el momento de la agresión mientras que el vecino que supuestamente se había enfrentado a él ha sido incapaz de identificarlo.

En su declaración, la supuesta víctima ha explicado que le había incriminado en un primer momento por celos, ya que se había enterado de que "estaba con otra".

"Ese fin de semana él se marchó con ella y me volví loca. Me puse a consumir cocaína y antidepresivos", ha explicado, al tiempo que ha pedido "perdón a todas las mujeres" que hayan sufrido violencia de género.

La mujer ha negado cualquier episodio anterior de malos tratos y ha relatado que las puñaladas se la dieron dos individuos porque debía "más de 400 euros" por la compra de drogas.

Según su versión, su adicción y los celos le llevaron a culpar a su esposo de la agresión, pues vive en "un pueblo muy pequeño" y temía ser "rechazada", también por su familia, si contaba la verdad.

La fiscalía ha mantenido su acusación contra el procesado, pese al testimonio de la víctima, mientras que el abogado defensor ha solicitado su libre absolución.