Joana Sanz, mujer de Dani Alves, ha optado por testificar en el juicio contra el futbolista por una presunta agresión sexual el pasado 31 de diciembre en la discoteca Sutton. La modelo ha declarado que la noche en la que su marido está acusado de presuntamente agredir sexualmente a una joven volvió "muy borracho, o sea, oliendo a alcohol".
Antes de empezar su interrogatorio, el tribunal de la Audiencia de Barcelona ha recordado a la mujer que podía no declarar pero ha optado por hacerlo. Ha recordado que la noche de los hechos se encontraba en Barcelona después de un viaje a Tenerife del que volvió con Alves el día anterior, y que habían acordado quedar juntos esa noche, pero al final no lo hicieron porque él se quedó con los amigos con los que había quedado para comer.
Sanz ha recordado que Alves llegó sobre las 4 horas a casa, cuando ella todavía estaba despierta, y que cuando entró en el dormitorio "se chocó con el armario y una mesita, y cayó desplomado en la cama".
Al ser cuestionada por lo que hablaron aquel día, Joana señala que no intercambiaron palabras por el estado de su marido: "No procedía hablar con él, la verdad, en el estado que llegó. Consideraba que era mejor dejarlo para mañana".
"El día después le pregunté. Se levantó supertarde, no se levantaba. Le pregunté qué había pasado y dijo que había estado con amigos", y ha explicado que durante ese día habían hablado por whatsapp hasta las 23 horas, pero al final no cenaron juntos.
El jefe de la sala dice que le observó "bebido"
El jefe de sala de Sutton ha explicado durante su declaración en el juicio que la noche de la agresión sexual presuntamente por parte del futbolista Dani Alves notó que el jugador había "bebido o fumado algo". "A mí lo que me dijeron es que la chica decía que alguien la había tocado. En ese momento, cuando la vi, me di cuenta de que había sido algo más", ha añadido.
Según el responsable de Sutton, la joven estaba "bastante alterada" y repetía que se quería ir a casa y, ante su insistencia para saber lo ocurrido, finalmente les dijo que había sido víctima de una agresión sexual.
"Me dijo que no la iban a creer", ha recordado el testigo, que también ha precisado que la joven comentó que había entrado de forma voluntaria al baño donde se produjo la violación pero que una vez dentro quiso salir y "no pudo".