Según han informado fuentes de la Administración regional, aunque los productos presentaban otras deficiencias como ausencia de información en el etiquetado, la más significativa era la presencia de boro por encima del límite de 300 miligramos por kilo, que en algunos casos era superior a los 600 miligramos.
El importador de estas unidades está colaborando con los técnicos para la completa retirada de estos productos, y ha facilitado además una lista de todos los clientes que han adquirido mercancías.
La alta concentración en boro de estos juguetes de textura viscosa entraña un riesgo para la seguridad de los usuarios, y puede producirles intoxicación aguda, irritación y dermatitis, entre otros efectos. En el caso de los niños y las mujeres embarazadas, los efectos pueden ser más perjudiciales.