Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) han explorado en un estudio la utilidad de la música para mejorar el reconocimiento de las emociones en las expresiones faciales por parte de niños con autismo.
Dificultad de las personas TEA para identificar emociones
El director del Music and Machine Learning Lab de la UPF, Rafael Ramírez, ha explicado que las personas con trastorno del espectro autista (TEA) tienen muchas dificultades para identificar las emociones y las intenciones de otras personas y esto impide aprovechar todo el aprendizaje que otorga el comportamiento, los gestos y las emociones a una persona.
El estudio de la UPF, que publica la revista "Brain Sciences", ha estudiado a 25 niños, entre 6 y 11 años, con TEA que asisten al Centro Educativo y Terapéutico Carrilet y al Instituto Catalán de Musicoterapia, ambos en Barcelona.
"Los niños con TEA tienen a menudo intacto el procesamiento de la música e incluso hay estudios que confirman que son mejores procesando y reconociendo el tono que las personas neurotípicas", ha remarcado Ramírez
Cuatro emociones: felicidad, tristeza, miedo y enfado
Para la investigación, los niños fueron divididos en dos grupos: un grupo control (sin música) y un grupo experimental a los que enseñaron imágenes de expresiones faciales humanas en tres tipos de condiciones consecutivas.
En la primera ronda los niños tenían que adivinar la emoción que mostraban las caras de unas fotografías. En la segunda, las fotos iban acompañadas de un sonido acorde con la emoción y en la tercera era igual que la primera.
Al inicio del experimento el porcentaje de éxito era de casi 47 % y subió al final al 77%
"En la parte de visionado de las fotografías, los resultados fueron muy claros. Casi todas las respuestas verbales mejoraron la precisión a la hora de identificar las emociones: en el inicio del experimento el porcentaje de éxito era de casi 47 % y subió al final al 77%", ha explicado Ramírez.
Estos resultados indicaron que la música se puede utilizar como herramienta para mejorar tanto la identificación de emociones en las expresiones faciales como la inducción de emociones a través de estímulos faciales en niños con TEA.