Madrid |
En cada partida, a los jugadores se les permite interactuar con una base de datos de la agencia gracias a la que podrán aprender sobre los distintos tipos de corales que se pueden encontrar en el fondo marino.
El videojuego, llamado NeMO-Net, utiliza imágenes 3D captadas durante años por expediciones de drones y misiones de la NASA en Puerto Rico, Guam, la Samoa Africana y otros puntos del planeta ricos en corales.
Los jugadores ayudarán además a entrenar a Pleiades, el superordenador de la NASA, que aprenderá con las decisiones de los participantes a localizar y clasificar los corales.
La agencia norteamericana espera que cuantos más jugadores participen, más aprenda el ordenador, hasta que llegue a funcionar de manera autónoma, para lograr así el objetivo de cartografiar los bancos de coral de todos los océanos.
Ese mapa permitirá saber qué riesgos sufren estos animales y cómo preservarlos. Hay arrecifes de coral en casi todas las regiones tropicales y subtropicales del planeta, pero se están deteriorando e incluso desapareciendo por el aumento de la temperatura y la acidificación de los océanos a causa del cambio climático y la contaminación.